miércoles, 14 de enero de 2009

L O P E R E N N E


Hubo una vez una pena

que de tan cansada se volvió grito

que de tan arisco se volvió aullido

que de tan lejano se volvió pájaro

que de tan hermoso se volvió árbol

que de tan viejo se volvió piedra

que de tan pequeña

se volvió

tierra

que

de tan

curtida se volvió parche

que de tan profundo se volvió retumbo

que de tan regular se volvió pulso

que de tan latente se volvió vida

que de tan imperfecta se volvió hombre

que de tan cierto se volvió silencio

que de tan antiguo se volvió pena.