martes, 10 de marzo de 2009

"Rompo este huevo y nace la mujer, y nace el hombre"


Dejame que la luna se caiga por tu espalda esquivando el rojo espeso de las hendiduras que agonizan. Dejame que cuando la noche de tus pupilas se queman yo veo tus ojos diciendo todos los secretos. Cómo es posible que no sea cierto que la ciudad es sorda y que los cuerpos llueven. Globos que engendran nuevos globos. Trenes que se deshacen cuando van. Si todavía nos queda descubrir que somos tal como nos hemos ido imaginando. Que todavía nos queda saber si somos incapaces de imaginar lo que realmente somos. Yo te llevo a soñarnos otro rato, vos guardame una pausa en donde despertar. Dejame que sí y que mañana. Dejame que acaso y que quizás.

6 comentarios:

Cristian dijo...

En inevitable caer en la duda, y preguntar si esta figura que adorna el espíritu es real.
Continua soñando no despiertes. Aquí afuera no es tan agradable como crees. Siempre repito y doy concejo. Es mejor un pie en las nubes y otro tocando tierra.
somo reales?

O dijo...

por ese azar que a veces hace llover y a veces hace viento y a veces deja de hacer cosa alguna, tengo los dedos tecleando una palabra que es tu nombre. sí. y me huele sutilmente a roca por todos lados, a ciudad en las nubes, a tango en cuzco. pero que digo una palabra, es un torbellino de lanas de colores con acento del sur. y miro, como si de repente hubiera aparecido un periscopio, un poco atrás en el tiempo. ahí estás, te veo. un asombro para el alma, sos. entonces sí, vale tener un poco emboltada la cordura para que aparezcan cosas.

Anónimo dijo...

Mujer, quién sos. Qué sos. Estos versos no pueden ser de esta galaxia.

Dcamps dijo...

Me parece que la ciudad se ha vuelto sorda por sus propios ruidos...

Djuna dijo...

cuando vas a volver a las palabras???

Juan Camilo dijo...

volve a escribir, volve a sacarte las palabras, volve a dejar que te leamos. volve al blog