lunes, 9 de febrero de 2009

Los novios saludarán en el atrio


En espirales subo y bajo desde el fondo de los vasos siempre llenos hasta hallarme lo suficientemente lejos del mundo y sus moscas pegajosas no hablo de la sed, no es que muera de sed, muero de mí sedienta Un fernet que lleva a un vino y un vino que lleva a una cerveza hablo de una línea recta que debiera plegarse en círculos hasta cerrarse Prendo un cigarrillo y mientras descanso los deseos ultrajados volcando los codos en la mesa, me despido de la sincera pero débil intención de ser parte de la fiesta. -Yo te amo. –No digas eso, es demasiado grande “Señorita, acá no se puede fumar” –Pero yo quiero que sepas que te amo “¿Señorita, puede ir a fumar afuera?" Tambaleando uñas pintadas camino rezongando con firmeza señorita si quiere puede tirar las cenizas de su corazón, pero afuera por favor, respiramos mejor si usted se lleva lejos su vómito de humo Esquivo sonrisas de cotillón con la vanidad que da el dolor y justo antes de salir a la noche estallo en carcajadas frente al espejo de la recepción mirala, jura que la mata la pasión.

2 comentarios:

Djuna dijo...

con algo de Portishead de fondo y una sabana que nos recuerde la noche, este texto seria la mejor pelicula proyectada en una salida de emergencia.

sus textos al igual que sus comentarios siempre dejan la respiración en off

Juan Camilo dijo...

Se me llena la boca de flores cuando te leeo. Tu lectura me perfuma y me protege de la soledad. Esta que padezco y que sé, en algunos días, será otra flor escrita por vos