jueves, 4 de diciembre de 2008

M E N G U A N T E


Ahí donde hacen cruz el deseo y el olvido, fecundan siguiendo el curso del tiempo, brumosos espejismos. De arena y barro la piel se retuerce como si fuera un pañuelo que alguien lava en la rivera del silencio. A paso lento respira el viento y este rumor húmedo y disperso parece ser el reflejo de otra noche que nunca amaneció.

2 comentarios:

Juan Camilo dijo...

Qué noches esas en las que uno no encuentra sino sombras después de la luz. En menguante el deseo nos guia. Pero llega la luna creciente. Entonces no habrá un amanecer más hermoso.

Djuna dijo...

ahora tengo resaca, dolor en todo el cuerpo. no se que estaras haciendo ahora, tal vez caminando por la avenida imaginaria de tus precauciones autistas.

ojala alguien se quede esperando al testigo que susurra produeciendo suspiros en todo el mundo en menos de media hora.

pd: es increible que la mayoria de las veces encontremos carcajadas donde deberian estar las lagrimas; sera por eso que nos cuesta descifrar tanto algunas situaciones!!