lunes, 4 de agosto de 2008

che


Para que no oigan los que niegan, te lo digo con sordina, a mí me engendró la luna en un cacho de neblina. ¿Qué varón equilibrista le dio altura a un metejón y la amó de contrapunto y de una sola vez? En una noche de esas cuando anda rota al medio, me parió de madrugada a contraluz arrabalera; nací antes del invierno, hembra y llena de goteras. Sublevada para siempre y desplegada al infinito, aunque no pueda volver si te miro sé que existo. ¡Se encendieron las luces! vení, pasá, hoy hay función, hagamos equilibrio entre alma y realidad y por pura coincidencia revivamos la ilusión. Pero che, no me pongás esa cara que me bajás el telón. Si vos no escuchás las violas y la orquesta de jilgueros, si no ves que bailan Tita y el Quijote allá en el cielo, si no sentís el perfume a azahares y a mar quieto, si no te duele en la carne lo que gime el bandoneón, si no escuchás el rumor de los puentes y los patios, si no sentís que la noche se mete en tu corazón… aguantá y no me lo digas, no me cortés el piolín, será que un tango me sueña, aplaudí y hacete el gil.

2 comentarios:

yagmurunsesi dijo...

thanks insturanceinsturanceinsturanceinsturanceinsturanceinsturanceinsturanceinsturance

Diego Planisich dijo...

Sublevada para siempre y desplegada al infinito. Buena tinta, buen corazón el que la bombea...



Suspiro...
en este paso ya casi obligado.